Desde que apareció el controlador de juegos Kinect, y gracias a la ayuda de algunos hacks en sus controladores USB se ha hecho posible darle usos muy imaginativos a este dispositivo, sobre todo, en realidad virtual y realidad aumentada (ambas son tecnologías muy parecidas, pero tienen enfoques diferentes).
La cantidad de experimentos realizados con el sensor Kinect crece cada día. Solo es necesario buscar un poco en Google para observar cuanto material hay. A diferencia de otros medios usados para la captura de movimiento e interpretación del mismo, el sensor Kinect ha sido el primer paso real de esta actividad sin el uso de accesorios extras (como por ejemplo los controles Wiimote). Esto abre muchas posibilidades hacia una interacción mas libre y natural en el uso de equipos electrónicos que puedan ser controlados en forma conveniente mediante el uso de gestos.