Un pequeño grupo de investigadores de la Universidad de Tokio, está trabajando en un sistema de realidad virtual que integre el sentido de la vista y el olfato de tal manera que altere la percepción del gusto. Su sistema de realidad virtual fue capaz de engañar la percepción sensorial del usuario que se come una galleta normal, haciéndole pensar que dicha galleta era del sabor que el sistema de realidad virtual hubiese seleccionado. Este grupo de investigación se fundamenta en el hecho de que el gusto del sabor es afectado por la percepción de los otros sentidos (vista, oído y olfato), así como la textura de los alimentos, entre otras cosas.
Para ello, el equipo de Tokio ha creado un sistema llamado Meta Cookie, un sistema que mediante el uso de un software de realidad aumentada para el análisis visual, sigue la pista a una delgada galleta, la cual ha sido previamente marcada con una señal mediante el uso de un marcador de comestibles. En el experimento también se utiliza un casco de realidad virtual HDM (head mounted display) y mediante el uso de un computador, controla el sistema de visualización del casco (solapando una imagen sobre la galleta marcada) y la generación de la sensación olfativa, la cual está conformada por siete botellas de plástico, provistas de bombas de aire y tubos que entregan aromas individuales a la nariz del sujeto. Una bomba de aire adicional se utiliza para diluir la cantidad de aroma.
A los sujetos experimentales se les pidió elegir un sabor de galleta, pero en realidad se les entrego una galleta de sabor simple y se les dijo que la observaran antes de comerla. Una cámara en la unidad de detección de realidad virtual detecta el patrón del marcador en la galleta, y calcula la posición, orientación y distancia entre la galleta y la nariz del sujeto. Esta información se utiliza para ajustar la imagen de la galleta, la cual es cubierta con otra imagen que va acorde con el sabor elegido.
Una segunda cámara está colocada cerca de la nariz del sujeto, apuntando hacia abajo, y detecta el momento en que la galleta se acerca a la boca del sujeto. Esto activa a la unidad de olfato para que libere el aroma del sabor elegido. Mediante el control de la mezcla de aire con el aroma, el sistema puede ajustar la intensidad del olor en 127 niveles diferentes, y hacer que el olor de la galleta vaya aumentando a medida que se acerca a la boca del sujeto. El tiempo de respuesta para generar el aroma adecuado es de sólo 50 milésimas de segundo, lo suficientemente rápido como para que el usuario experimente el fortalecimiento del aroma sin sentir ningún cambio en la presión del aire.
En cuanto a las aplicaciones prácticas de esta tecnología, la más inmediata es utilizarla para reforzar los programas de dieta, como por ejemplo, para hacer que la comida blanda pueda parecer más sabrosa, especialmente para los pacientes hospitalizados. Mucho más lejos en el futuro, esta tecnología podría ser utilizada para el entretenimiento en el hogar, específicamente en la televisión y los videojuegos.
Fuente: IEEE Spectrum